miércoles, 19 de mayo de 2010

IMPERIO II- TRANSICIÓN A LA POSMODERNIDAD.

La multitud, mediante una organización creativa, debe inventar nuevas formas de democracia y un nuevo poder que incluso puede llevar a crear un contraimperio. Por la misma biopolítica, en el Imperio interactúan las diversas ramas del saber, por lo que se convierte en interdisciplinario.
En el libro se expone cómo desde la Primera Guerra Mundial y hasta la creación de las Naciones Unidas, se empezó a ver el proceso de cambio a un orden internacional, luego sus limitaciones y ahora el establecimiento de un orden global.
Las Naciones Unidas se basaron en el reconocimiento de la soberanía de los Estados, que se regulaba mediante los tratados internacionales; por ello, no se adapta a las necesidades de nuestra época, en la que las fronteras prácticamente han desaparecido y se impone un nuevo régimen supranacional.
Los autores Hardt y Negri, exponen cómo Kelsen, (quien a mi parecer tuvo demasiadas virtudes y bueno, sí algunos tropiezos como todas las teorías sujetas a falsifiabilidad), fue un visionario e indicó que el orden jurídico internacional, debía ser concebido como fuente suprema de las constituciones nacionales y que se podría formar un Estado mundial, superior a todos los Estados Nación; lo que en la actualidad se resume en un orden global sin limitación de fronteras.
En la transición hacia el Imperio existieron dos ramas principales, la hobbessiana y la lockeana. Para los hobbesianos, la soberanía supranacional deriva de un acuerdo contractual basado en la convergencia de sujetos que ya existen, cuyo poder está basado en manos de los militares y es monárquico. Esto nos les suena a que la realidad es un consenso? Por su parte, los Lockeanos señalan que la transición hacia el estado supranacional surge por “redes de contrapoderes locales” y efectivos, que se oponen o respaldan el nuevo poder; es decir se basan en una forma liberal. Para Negri y Hardt, estas dos ramas son solo variantes de la concepción del poder soberano de los Estados Nacionales y no reconocen el cambio de paradigma.
El Imperio constituye una nueva noción del derecho que garantiza los contratos y resuelve los conflictos globales de forma central y unitaria; lo que implica el cambio de paradigma y la búsqueda de un poder mundial supranacional.
En el libro Imperio se ve lo que se analizó en la clase de Teoría Jurídica Contemporánea II, en relación a que primero la idea de Dios y la política iban de la mano, que en el renacimiento se optó por la secularización y que en la época moderna se pasó a la concepción del derecho internacional (mediante tratados y respetando el Estado Nacional). En la posmodernidad, según los autores, se opta por la idea de que el derecho debe ser nuevamente entendido como imperio, pero desde otra óptica, en una globalizada.
En la era de la posmodernidad, la concepción de guerra cambia, ya que antes se concebía como defensa o resistencia y ahora es vista como una actividad que se justifica a sí misma, con la condición de que el aparato militar tenga una base ética y que tenga efectividad para lograr el orden social.

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