Los mexiquenses viven en un ambiente rodeado de supuesta postmodernidad, reflejada en la construcción de supercarreteras, autopistas, hospitales, consorcios y plazas comerciales construidos y levantados sobre basureros, todo auspiciado por su “flamante” gobernador.
La imagen de Peña Nieto es toda una campaña publicitaria bien cimentada, desde su noviazgo de telenovela con la llamada “Gaviota” hasta los anuncios publicitarios de sus logros como gobernador del Estado de México en los que se muestran los avances tecnológicos y de punta que se han realizado en su demarcación.
Nuestro muy probable (desgraciadamente) nuevo presidente de la República, tiene perfectamente medido por mercadotecnia hasta el tiempo y los espacios en que sale en Televisa y no solo como imagen de político, sino como figura del espectáculo a la que llegó por la “utilización” del éxito alcanzado por su novia actriz, que lo coloca en todas y cada una de las revistas de espectáculos, que solo sirven para mantener a la gente preocupada en cosas banales y no en lo que verdaderamente importa. No es raro oír por gente inculta y que se la pasa viendo los programas de espectáculos y novelas baratas que el gobernador está “guapísimo”; como si eso nos fuera servir para algo cuando llegue a Presidente y no tenga nada más que ofrecer a la gente que su “imagen”.
El maquillaje del político en relación a las supuestas grandes obras que dice ha realizado en el Estado de México, poco nos durarán, ya que no ha creado ni se le ve visión alguna en cuanto a programas sociales o de progreso bien definidas; por ello, se le ha criticado en cuanto al monto del erario público que ha erogado en las obras del Estado de México y su promoción política, que a la larga representarán un gran déficit en la economía de los ciudadanos. Se puede decir que el mayor beneficiado en la campaña de Peña Nieto es Televisa, a quien evidentemente le reditúan (y de qué manera) los escándalos políticos bien aprovechados.
Es bien sabido que el Estado de México rebasa a Juárez en cuestión de feminicidios y nuestro “flamante” gobernador no ha tomado medida alguna al respecto, pero de ello no se habla una sola palabra en su brillante estrategia de campaña.
De verdad espero que algo suceda, porque de llegar al poder, como la mayoría de los políticos, dejará en estado de indefensión a nuestro querido México y en lugar de llevarlo a la posmodernidad, retrasará su desarrollo. Pero en fin, tampoco hay mucho de donde escoger.
Solo espero que si Peña Nieto llega al poder, por lo menos se relacione con gente capaz e instruida en cada rama, para que se permita a México transitar a la posmodernidad y se logre la seguridad anhelada, tanto al interior como al exterior.
La imagen de Peña Nieto es toda una campaña publicitaria bien cimentada, desde su noviazgo de telenovela con la llamada “Gaviota” hasta los anuncios publicitarios de sus logros como gobernador del Estado de México en los que se muestran los avances tecnológicos y de punta que se han realizado en su demarcación.
Nuestro muy probable (desgraciadamente) nuevo presidente de la República, tiene perfectamente medido por mercadotecnia hasta el tiempo y los espacios en que sale en Televisa y no solo como imagen de político, sino como figura del espectáculo a la que llegó por la “utilización” del éxito alcanzado por su novia actriz, que lo coloca en todas y cada una de las revistas de espectáculos, que solo sirven para mantener a la gente preocupada en cosas banales y no en lo que verdaderamente importa. No es raro oír por gente inculta y que se la pasa viendo los programas de espectáculos y novelas baratas que el gobernador está “guapísimo”; como si eso nos fuera servir para algo cuando llegue a Presidente y no tenga nada más que ofrecer a la gente que su “imagen”.
El maquillaje del político en relación a las supuestas grandes obras que dice ha realizado en el Estado de México, poco nos durarán, ya que no ha creado ni se le ve visión alguna en cuanto a programas sociales o de progreso bien definidas; por ello, se le ha criticado en cuanto al monto del erario público que ha erogado en las obras del Estado de México y su promoción política, que a la larga representarán un gran déficit en la economía de los ciudadanos. Se puede decir que el mayor beneficiado en la campaña de Peña Nieto es Televisa, a quien evidentemente le reditúan (y de qué manera) los escándalos políticos bien aprovechados.
Es bien sabido que el Estado de México rebasa a Juárez en cuestión de feminicidios y nuestro “flamante” gobernador no ha tomado medida alguna al respecto, pero de ello no se habla una sola palabra en su brillante estrategia de campaña.
De verdad espero que algo suceda, porque de llegar al poder, como la mayoría de los políticos, dejará en estado de indefensión a nuestro querido México y en lugar de llevarlo a la posmodernidad, retrasará su desarrollo. Pero en fin, tampoco hay mucho de donde escoger.
Solo espero que si Peña Nieto llega al poder, por lo menos se relacione con gente capaz e instruida en cada rama, para que se permita a México transitar a la posmodernidad y se logre la seguridad anhelada, tanto al interior como al exterior.
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