En estos días vi la historia de Zeus y de inmediato surgieron las coincidencias. Resulta que Crono, el padre de Zeus, se tragó a sus hermanos vivos; para derrocar a su padre, Zeus hizo que los regurgitara y trajo del tártaro (que es un lugar de sufrimiento eterno que es el equivalente al infierno en la religión cristiana) a los cíclopes y a los cien manos, para luchar contra los dioses del Olimpo. En agradecimiento, dichos cíclopes y cien manos le dieron a Zeus el trueno con lo que lo hicieron el más poderoso de los dioses.
En la historia real, resulta que en el tiempo en que supuestamente se llevó la lucha entre Zeus (sus hermanos, los cíclopes y los cien manos) y Crono (con los dioses del Olimpo), se registró una explosión de tal magnitud que fue como un ataque masivo con bombas atómicas. Por tanto, es evidente que los sobrevivientes crearon el mito de la lucha de titanes en relación a ese evento terrenal y lo magnificaron.
Una vez que Crono fue derrotado y los dioses del Olimpo fueron condenados a irse al tártaro, cuya coincidencia con la idea del infierno es sorprendente, Zeus repartió el mundo con sus hermanos; sin embargo, el Dios más importante fue Zeus y todos estaban bajo su mando. Entonces, resulta que la idea de un solo Dios no es tan novedosa para la religión cristiana; Zeus era el primero en todo.
Casado con Hera su hermana, Zeus tenía diversas amantes y harta de las infidelidades, Hera armó una revolución para derrocar a Zeus, para lo cual, convenció a los otros dioses de que no había razón para que Zeus gobernara y que todos eran iguales. Los dioses adoptaron la idea de Hera y sometieron a Zeus; sin embargo, nuevamente los cíclopes y los cien manos rescataron a Zeus, quien tomó represalias en contra de sus hermanos y la propia Hera, a quien encadenó y colgó del cielo con cadenas de oro.
Cuando Zeus bajó a la tierra y presenció cómo los hombres practicaban el canibalismo, que, como resultado de su propia historia y no obstante que él también se tragó viva a su primera esposa, le pareció una abominación, decidió castigarlos y planeó una inundación, de la cual únicamente se salvaron dos seres en un barco, Deucalion y Pyrrha, les suena parecido a algo?
Lo antes dicho sirva para poner en la mesa el que, seguramente, tanto la religión cristiana como otras más antiguas, comparten algunos aspectos comunes, como la idea de un solo Dios, que en la mitología griega correspondería a Zeus (con todo y la aceptación de varios dioses, que estaban pero no gobernaban) y por ello la idea de una religión monoteísta no es tan novedosa; ambién son comunes las catástrofes naturales, como las erupciones de volcanes y las inundaciones, sobre las que se construyen mitos (es decir, la magnificación de hechos reales). Por último, la gran similitud entre el infierno y el tártaro, son asombrosas y ello hace reflexionar en relación a si los mitos se crean en relación a diversas perspectivas de los mismos hechos y una vez aceptados por la generalidad pueden derivar en diversas religiones por el afán de tener algo que llene el vacío de la incertidumbre y el miedo.
Es decir, se hace una construcción cultural en una época y en lugares determinados, que llevan al consenso de los hechos y los acomodan a una realidad específica.
En la historia real, resulta que en el tiempo en que supuestamente se llevó la lucha entre Zeus (sus hermanos, los cíclopes y los cien manos) y Crono (con los dioses del Olimpo), se registró una explosión de tal magnitud que fue como un ataque masivo con bombas atómicas. Por tanto, es evidente que los sobrevivientes crearon el mito de la lucha de titanes en relación a ese evento terrenal y lo magnificaron.
Una vez que Crono fue derrotado y los dioses del Olimpo fueron condenados a irse al tártaro, cuya coincidencia con la idea del infierno es sorprendente, Zeus repartió el mundo con sus hermanos; sin embargo, el Dios más importante fue Zeus y todos estaban bajo su mando. Entonces, resulta que la idea de un solo Dios no es tan novedosa para la religión cristiana; Zeus era el primero en todo.
Casado con Hera su hermana, Zeus tenía diversas amantes y harta de las infidelidades, Hera armó una revolución para derrocar a Zeus, para lo cual, convenció a los otros dioses de que no había razón para que Zeus gobernara y que todos eran iguales. Los dioses adoptaron la idea de Hera y sometieron a Zeus; sin embargo, nuevamente los cíclopes y los cien manos rescataron a Zeus, quien tomó represalias en contra de sus hermanos y la propia Hera, a quien encadenó y colgó del cielo con cadenas de oro.
Cuando Zeus bajó a la tierra y presenció cómo los hombres practicaban el canibalismo, que, como resultado de su propia historia y no obstante que él también se tragó viva a su primera esposa, le pareció una abominación, decidió castigarlos y planeó una inundación, de la cual únicamente se salvaron dos seres en un barco, Deucalion y Pyrrha, les suena parecido a algo?
Lo antes dicho sirva para poner en la mesa el que, seguramente, tanto la religión cristiana como otras más antiguas, comparten algunos aspectos comunes, como la idea de un solo Dios, que en la mitología griega correspondería a Zeus (con todo y la aceptación de varios dioses, que estaban pero no gobernaban) y por ello la idea de una religión monoteísta no es tan novedosa; ambién son comunes las catástrofes naturales, como las erupciones de volcanes y las inundaciones, sobre las que se construyen mitos (es decir, la magnificación de hechos reales). Por último, la gran similitud entre el infierno y el tártaro, son asombrosas y ello hace reflexionar en relación a si los mitos se crean en relación a diversas perspectivas de los mismos hechos y una vez aceptados por la generalidad pueden derivar en diversas religiones por el afán de tener algo que llene el vacío de la incertidumbre y el miedo.
Es decir, se hace una construcción cultural en una época y en lugares determinados, que llevan al consenso de los hechos y los acomodan a una realidad específica.
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