viernes, 2 de abril de 2010

FAUSTO DE GOETHE

La obra de Goehte corresponde al movimiento romántico alemán; es una reacción contra las normas rígidas del neoclasicismo, devuelve al hombre las emociones humanas y no solo la razón es válida. Según un diccionario de literatura que consulté, en la obra hay varios símbolos importantes: Dios cree en la humanidad y Mefistófeles es la encarnación del mal, pero también representa el escepticismo y el nihilismo (en el que se cree que el mundo y en especial la existencia humana, no poseen de manera objetiva significado alguno, propósito, verdad comprensible o valor esencial superior)
En la primera parte de la obra, Fausto, en el ocaso de su vida se da cuenta de que todo lo que había alcanzado no le había dado la felicidad y que muchas cosas de la vida no las había disfrutado. Mefistófeles lo tienta y le hace un ofrecimiento consistente en que, a cambio de su alma, obtendría los placeres de la vida, hasta que Fausto decidiera detenerse y hubiese alcanzado lo que quería. El contrato lo firman con sangre como un acto solemne.
Fausto y Mefistófeles acuden a buscar a una vieja bruja que le da a Fausto una pócima, que, aunque no se narra con claridad su efecto, se ha entendido que es para recuperar la juventud.
Fausto conoce a Margarita y le pide a Mefistófeles que le haga enamorarse de él, pero sobre ella Mefistófeles no tiene injerencia; por ello, solo le proporciona los medios para conquistarla.
Finalmente Fausto consigue el amor de Margarita; pero por creer que puede obtener todo el conocimiento y la sabiduría, no le da a Margarita el lugar que tenía. Margarita tuvo un hijo de Fausto, pero fue rechazada por la sociedad y decide matarlo y luego muere también.
En la segunda parte de la obra, Fausto, en un sueño se transporta a la época medieval y cuando ve a Elena de Trolla (símbolo de belleza, control, pureza y sabiduría) se enamora y piensa que es una segunda oportunidad de lo que no pudo tener con Margarita.
Elena aceptó a Fausto y derivado de ello, cuando Fusto despertó del sueño, se cuestiona acerca de si era correcto o no el pacto que hizo con Mefistófeles. Esta parte es la que corresponde a la tragedia, ya que se vio atormentado con sus propios errores éticos.
Como parte de la segunda vida de Fausto, es decir, a partir del pacto con Mefistófeles, lleno del poder que se le otorgó, incluso llegó a matar a dos viejos y al no tener ya importancia para él el asunto entre dioses y demonios, provocó que muriera una persona más. Con esto separó la idea de hombres y dioses.
Mediante el raciocinio, Fausto logró disgregar la idea entre el ser humano y los dioses y dejó de importarle el hecho de cuántas personas serían afectadas siempre y cuando él siguiera adelante y conseguir sus metas.
Cuando Mefistófeles cree que ya ganó el alma de Fausto, éste se da cuenta de que amaba a Elena y por ello, bajaron los ángeles del cielo y lo salvaron. Lo que salva a Mefistófeles es la historia de amor.
La salvación para Fausto llega más allá de lo terrenal porque es prueba del amor divino y de ahí deriva lo romántico de la obra.

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