Derivado de que se pusieron a la luz pública los actos anti-cristianos y yo agregaría antihumanos de Marcial Maciel, quedó en jaque la Iglesia Católica.
En efecto, derivado de los abusos sexuales, el Vaticano ordenó una investigación por diez meses a los Legionarios de Cristo, pero aún no hay nada en claro y probablemente no lo haya, ya que como se indicará, todo se maneja con secrecía.
Maciel tenía una doble vida, por una parte, sacerdote y no uno cualquiera (ya que formaba parte del séquito de curas que estaban en contacto directo con el Papa Juan Pablo II e incluso se contaba entre sus amistades) y también era un gran impulsor de la educación escolar en México; por otra parte era padre de familia (de varias), pedófilo e incluso incestuoso, ya que no solo se conformó con abusar de hijos ajenos, sino que lo hizo con los propios y además drogadicto y para terminar resulta que sus finanzas no son nada confiables.
Según puede revisar en la página en internet de los Legionarios de Cristo, es una congregación religiosa de derecho pontificio, fundada en 1941, que: “tiene como misión la extensión del Reino de Cristo en la sociedad según las exigencias de la justicia y caridad cristianas, y en estrecha colaboración con los Pastores y los programas pastorales de cada diócesis”; supongo que dicha congregación ahora no se siente nada orgullosa del manejo que su fundador y no creo que piensen que sus hechos sean muy justos y fundados en la “caridad cristiana”.
Ahora que es insostenible la realidad que golpea a la institución de la Iglesia Católica y que no le ha quedado más que aceptar y pedir perdón públicamente no solo por Maciel, sino por la bola de pedófilos que se encuentran en sus filas, parece ser, que la Iglesia pierde cada día más adeptos.
Los legionarios también pidieron perdón y ofrecieron ayuda espiritual, pero Juan José Vaca, ex-legionario de Cristo, señaló que ese perdón es muy pobre y superficial, porque es un caso muy grave, por un monstruo.
Oí una entrevista de Carmen Aristegui a Juan José Vaca y me llamaron la atención diversas acusaciones que hizo en la misma y que me parecen que hacen tambalear a la Iglesia Católica, que iré desglosando por temas.
En este punto, me refiero a la Iglesia Católica como institución, creo que no había existido un momento tan crítico en su existencia, incluso hay voces que piden la renuncia del Papa, habrase visto, creo que nadie lo imaginamos en el pasado. Es un hecho histórico que pone en duda la permanencia de dicha institución, como se encuentra, y ello antes me parecía totalmente inverosímil.
El hecho de que Juan Pablo II y Ratzinger se encuentren sumergidos en el escándalo y que se acuse a la Iglesia Católica de encubrir a pederastas como Maciel, no es algo que vaya a generar adeptos a la institución; por el contrario, pueden ponerla en jaque y si pretende permanecer deberá, por lo menos, transformarse.
Juan José Vaca, expuso lo que todos sabemos, que la Iglesia Católica se maneja en términos de secrecía y así realiza tanto sus investigaciones, como sus castigos (si es que los hay), que en muchas ocasiones son cubiertos con un cambio de residencia de los padres pedófilos, en el caso referido. Por ejemplo, en el caso de Maciel, el Vaticano lo castigó y le quitaron dos votos, el de secrecía absoluta y el de obediencia; pero evidentemente ello no es suficiente, desde la fe, por lo menos merecía la excomunión pública y separarlo de todo cuanto poseía.
El ex–legionario, narró su historia con Maciel y hacia el Vaticano. Señaló que se volvió Legionario, porque Maciel lo reclutó personalmente a los 10 años y llegó a ser su asistente y secretario y que duró en la congregación 32 años. Vaca narró que entre las funciones que Maciel le encomendaba estaba la de conseguirle drogas y sobornar a los médicos para que les dieran las prescripciones médicas que requirieran. También indicó que en 1962 confrontó a Maciel y éste lo desterró al Norte de España por 6 años, como señal de que sus opiniones estaban fuera de lugar; posteriormente lo llevó a Roma y lo obligó a ordenarse contra sus deseos, para poder tenerlo bajo su vigilancia.
El ex-legionario también mencionó que después de su ordenación como sacerdote, Maciel lo mandó a Santander al seminario que tienen ahí como vice-rector y que ahí encontró datos de abusos a otros compañeros suyos y que él fue testigo de los cometidos en contra de 26 personas más. Además se enteró de que el rector de Santander también empezó a abusar sexualmente de niños y que cuando Vaca se lo informó a Maciel, como gran castigo, mandó rector a Quintana Roo. En dato curioso, Vaca señaló que como premio por “sus servicios de encubrimiento ” lo mandó de subdirector de los Legionarios de Cristo en Connetticut, en donde se dio cuenta de todas las transas en las finanzas, como mandar regalos a Cardenales en Roma para ganarse su benevolencia, tuviera el beneficio de ocultamiento de sus actividades fuera del orden sacerdotal.
En relación al Vaticano, Vaca señaló que una vez que dejó la legión, mandó el primer escrito denunciando a Maciel al Vaticano en 1976 y que no recibió contestación, por lo que 3 años después mandó otra carta y tampoco tuvo respuesta. Después, frustrado del encubrimiento que había dejó el sacerdocio en el 1986 y mandó otro escrito al Vaticano en el que pidió dispensa, de la cual no hubo reacción alguna, hasta que en 1992 mandó el último escrito y amenazó de que si en 90 días no recibía la dispensa al sacerdocio iría a los medios públicos para decir el encubrimiento y, entonces sí, en menos de 30 días, recibió la dispensa sin mención alguna a las atrocidades de Maciel.
Desde hace unos años, se dio la notica pública de los abusos de Maciel y otros padres pedófilos por lo que la trayectoria fue más abierta. El Vaticano ya estaba informado no solo por sacerdotes, sino también por los medios públicos y aún cuando como siempre, al principio, pretendió ignorar los hechos, ahora lo le quedó de otra más que pedir un perdón público, que nunca será suficiente.
Vaca indicó que Juan Pablo II debió enterarse o por lo menos investigar los rumores que sobre Maciel pesaban y que Ratzinger estuvo enterado (de ese y todos los asuntos escabrosos) desde que era el responsable en la congregación de la fe, cuando le invitó y visitó el Obispo Talavera de México y le llevó el caso de Juan Manuel Fernández Amenabar, en el que vio evidencias de que lo que se decía en contra de Maciel era Verdad y lo que hizo Ratzinger fue decirle al Obispo que lo sentía mucho pero que no se podía hacer nada porque era una persona muy cercana al papa, que era su amigo. Parece ser que esa declaración ahora le va a pesar mucho a Ratzinger como nuevo Papa.
Ahora no se trata solo de salvar la imagen de la Iglesia, ya no pueden seguir como siempre en la secrecía y pretender que no pasa nada. No solo es necesario que se pida perdón públicamente, sino que se tomen acciones en contra de los pedófilos y evidentemente eso debe llevar al camino de estructura de la Institución Cristiana, que de ahora en adelante, estará más en la mira.
Por eso digo que con esas acciones y sabiendo los encubrimientos que la Iglesia Católica ha realizado con las conductas atroces de sus miembros, cómo las personas no van a dejar de creer en esa institución?.
Independientemente de la Iglesia Católica, en la que las personas cada vez creen menos (cuando se enfrentan con realidades tan abominables), los creyentes se saltan a la institución y continúan con la creencia per se, no se deja de creer en Dios, solo en las instituciones y las personas que la manejan.
Tal parece que toda la cohesión que creó la Iglesia Católica como institución, cada vez es menos funcional y haber ahora como le hacen para salir de esta.
En efecto, derivado de los abusos sexuales, el Vaticano ordenó una investigación por diez meses a los Legionarios de Cristo, pero aún no hay nada en claro y probablemente no lo haya, ya que como se indicará, todo se maneja con secrecía.
Maciel tenía una doble vida, por una parte, sacerdote y no uno cualquiera (ya que formaba parte del séquito de curas que estaban en contacto directo con el Papa Juan Pablo II e incluso se contaba entre sus amistades) y también era un gran impulsor de la educación escolar en México; por otra parte era padre de familia (de varias), pedófilo e incluso incestuoso, ya que no solo se conformó con abusar de hijos ajenos, sino que lo hizo con los propios y además drogadicto y para terminar resulta que sus finanzas no son nada confiables.
Según puede revisar en la página en internet de los Legionarios de Cristo, es una congregación religiosa de derecho pontificio, fundada en 1941, que: “tiene como misión la extensión del Reino de Cristo en la sociedad según las exigencias de la justicia y caridad cristianas, y en estrecha colaboración con los Pastores y los programas pastorales de cada diócesis”; supongo que dicha congregación ahora no se siente nada orgullosa del manejo que su fundador y no creo que piensen que sus hechos sean muy justos y fundados en la “caridad cristiana”.
Ahora que es insostenible la realidad que golpea a la institución de la Iglesia Católica y que no le ha quedado más que aceptar y pedir perdón públicamente no solo por Maciel, sino por la bola de pedófilos que se encuentran en sus filas, parece ser, que la Iglesia pierde cada día más adeptos.
Los legionarios también pidieron perdón y ofrecieron ayuda espiritual, pero Juan José Vaca, ex-legionario de Cristo, señaló que ese perdón es muy pobre y superficial, porque es un caso muy grave, por un monstruo.
Oí una entrevista de Carmen Aristegui a Juan José Vaca y me llamaron la atención diversas acusaciones que hizo en la misma y que me parecen que hacen tambalear a la Iglesia Católica, que iré desglosando por temas.
En este punto, me refiero a la Iglesia Católica como institución, creo que no había existido un momento tan crítico en su existencia, incluso hay voces que piden la renuncia del Papa, habrase visto, creo que nadie lo imaginamos en el pasado. Es un hecho histórico que pone en duda la permanencia de dicha institución, como se encuentra, y ello antes me parecía totalmente inverosímil.
El hecho de que Juan Pablo II y Ratzinger se encuentren sumergidos en el escándalo y que se acuse a la Iglesia Católica de encubrir a pederastas como Maciel, no es algo que vaya a generar adeptos a la institución; por el contrario, pueden ponerla en jaque y si pretende permanecer deberá, por lo menos, transformarse.
Juan José Vaca, expuso lo que todos sabemos, que la Iglesia Católica se maneja en términos de secrecía y así realiza tanto sus investigaciones, como sus castigos (si es que los hay), que en muchas ocasiones son cubiertos con un cambio de residencia de los padres pedófilos, en el caso referido. Por ejemplo, en el caso de Maciel, el Vaticano lo castigó y le quitaron dos votos, el de secrecía absoluta y el de obediencia; pero evidentemente ello no es suficiente, desde la fe, por lo menos merecía la excomunión pública y separarlo de todo cuanto poseía.
El ex–legionario, narró su historia con Maciel y hacia el Vaticano. Señaló que se volvió Legionario, porque Maciel lo reclutó personalmente a los 10 años y llegó a ser su asistente y secretario y que duró en la congregación 32 años. Vaca narró que entre las funciones que Maciel le encomendaba estaba la de conseguirle drogas y sobornar a los médicos para que les dieran las prescripciones médicas que requirieran. También indicó que en 1962 confrontó a Maciel y éste lo desterró al Norte de España por 6 años, como señal de que sus opiniones estaban fuera de lugar; posteriormente lo llevó a Roma y lo obligó a ordenarse contra sus deseos, para poder tenerlo bajo su vigilancia.
El ex-legionario también mencionó que después de su ordenación como sacerdote, Maciel lo mandó a Santander al seminario que tienen ahí como vice-rector y que ahí encontró datos de abusos a otros compañeros suyos y que él fue testigo de los cometidos en contra de 26 personas más. Además se enteró de que el rector de Santander también empezó a abusar sexualmente de niños y que cuando Vaca se lo informó a Maciel, como gran castigo, mandó rector a Quintana Roo. En dato curioso, Vaca señaló que como premio por “sus servicios de encubrimiento ” lo mandó de subdirector de los Legionarios de Cristo en Connetticut, en donde se dio cuenta de todas las transas en las finanzas, como mandar regalos a Cardenales en Roma para ganarse su benevolencia, tuviera el beneficio de ocultamiento de sus actividades fuera del orden sacerdotal.
En relación al Vaticano, Vaca señaló que una vez que dejó la legión, mandó el primer escrito denunciando a Maciel al Vaticano en 1976 y que no recibió contestación, por lo que 3 años después mandó otra carta y tampoco tuvo respuesta. Después, frustrado del encubrimiento que había dejó el sacerdocio en el 1986 y mandó otro escrito al Vaticano en el que pidió dispensa, de la cual no hubo reacción alguna, hasta que en 1992 mandó el último escrito y amenazó de que si en 90 días no recibía la dispensa al sacerdocio iría a los medios públicos para decir el encubrimiento y, entonces sí, en menos de 30 días, recibió la dispensa sin mención alguna a las atrocidades de Maciel.
Desde hace unos años, se dio la notica pública de los abusos de Maciel y otros padres pedófilos por lo que la trayectoria fue más abierta. El Vaticano ya estaba informado no solo por sacerdotes, sino también por los medios públicos y aún cuando como siempre, al principio, pretendió ignorar los hechos, ahora lo le quedó de otra más que pedir un perdón público, que nunca será suficiente.
Vaca indicó que Juan Pablo II debió enterarse o por lo menos investigar los rumores que sobre Maciel pesaban y que Ratzinger estuvo enterado (de ese y todos los asuntos escabrosos) desde que era el responsable en la congregación de la fe, cuando le invitó y visitó el Obispo Talavera de México y le llevó el caso de Juan Manuel Fernández Amenabar, en el que vio evidencias de que lo que se decía en contra de Maciel era Verdad y lo que hizo Ratzinger fue decirle al Obispo que lo sentía mucho pero que no se podía hacer nada porque era una persona muy cercana al papa, que era su amigo. Parece ser que esa declaración ahora le va a pesar mucho a Ratzinger como nuevo Papa.
Ahora no se trata solo de salvar la imagen de la Iglesia, ya no pueden seguir como siempre en la secrecía y pretender que no pasa nada. No solo es necesario que se pida perdón públicamente, sino que se tomen acciones en contra de los pedófilos y evidentemente eso debe llevar al camino de estructura de la Institución Cristiana, que de ahora en adelante, estará más en la mira.
Por eso digo que con esas acciones y sabiendo los encubrimientos que la Iglesia Católica ha realizado con las conductas atroces de sus miembros, cómo las personas no van a dejar de creer en esa institución?.
Independientemente de la Iglesia Católica, en la que las personas cada vez creen menos (cuando se enfrentan con realidades tan abominables), los creyentes se saltan a la institución y continúan con la creencia per se, no se deja de creer en Dios, solo en las instituciones y las personas que la manejan.
Tal parece que toda la cohesión que creó la Iglesia Católica como institución, cada vez es menos funcional y haber ahora como le hacen para salir de esta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario