
En otro aspecto relacionado con el escándalo de Marcial Maciel, resulta que Ratzinger pretendía seguir con la beatificación de Juan Pablo II, como si no hubiere sabido que era amigo de Marcial Maciel y pretendiendo ignorar que estuvo de su monstruoso comportamiento.
Como señalé en la entrega anterior, Ratzinger estaba enterado por ser el responsable en la congregación de la fe, al que se le informaban de todos los acontecimientos “incómodos” de la Iglesia Católica (por lo que ahora se le ha acusado en forma constante), pero Juan Pablo II era amigo de Maciel y no es pensable que no se hubiere enterado nunca por más de 50 años, por lo menos de los rumores que sobre su amigo pesaban.
Como señaló Juan José Vaca en la entrevista que dio a Carmen Aristegui, Juan Pablo II debió enterarse de los rumores y estaba obligado a investigarlos, lo que le hubiere sido muy fácil de haberle preguntado al actual Papa.
Hubo un encubrimiento total del Vaticano para abajo que permitió que Maciel actuara como lo hizo (igual que sucedió y seguramente continúa con otros padres).
Juan Pablo II, permitió entre su círculo de amistades a Marcial Maciel y por ello Vaca señala que pueden acontecer dos cosas: (i) que el Papa anterior era tan confiado en su amigo que no quiso investigar los rumores que se empezaron a oír desde el 1976 o (ii) que su Secretario no le dejó pasar ningún documento que incriminara a Maciel.
Sea lo que fuere, resulta inverosímil que un Papa, con el poder y la responsabilidad que tiene, hubiere pasado de largo los rumores de crímenes espantosos y no mandara a investigar sobre su veracidad o bien, qué clase de Secretario tenía que ni un rumor (por pequeño que fuera) le dejara pasar algo de información, lo veo difícil. Como ocultarle información a uno de los hombres más poderosos del mundo?
Además, es bien sabido que Juan Pablo II era muy inteligente y experto en relaciones humanas, por ello no es posible pensar en que se le hubiere negado el más mínimo rumor sobre su amigo y no investigara nada. Pero bueno, cabe el beneficio de la duda y también puede ser que creyera en lo que su amigo le dijera y en que era recto y seguía los mandamientos y reglas de la iglesia, pero eso tocará ser esclarecido por el Vaticano.Antes de empezar el proceso de canonización que el Papa Ratzinger pretende, deberá esclarecer la situación de Juan Pablo II en relación a su amigo Maciel y por lo pronto, veo muy difícil que la Iglesia Católica se aviente a beatificar a alguien sobre el que pesa la sospecha de que pudo encubrir a un drogadicto pedófilo, incestuoso, so pena de perder aún más adeptos, que buena falta le hacen.
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