Como se habrán dado cuenta, últimamente he seguido la nota de Marcial Maciel, y bueno, de la misma se desprenden declaraciones de gente muy cercana e incluso, de una de sus familias que narran los engaños con los que los tuvo y los abusos sexuales que 2 de sus hijos sufrieron. Pero no solo estos, también se han entrevistado a ex Legionarios de Cristo que son testigos de las atrocidades que Maciel cometía y que en su oportunidad hicieron del conocimiento del Vaticano.
Por una parte, las narraciones de los hijos de Maciel, son muy fuertes, ya que además del engaño con el que los tuvo al hacerlos creer que tenían una familia como cualquiera, los hizo víctimas de su distorsión mental y de sus manifestaciones de poder al abusar sexualmente de ellos. Los daños que sufrieron esos hijos difícilmente podrán ser reparados, ya que las secuelas psicológicas de los abusos, no creo que puedan ser borradas.
Por otra parte, están los daños que las personas que colaboraban con Maciel sufrieron, no solo en su estadía a su lado (que también implicó el abuso sexual), sino que, una vez que decidieron hablar, la Iglesia se encargó de desacreditarlos en público.
A los que denunciaron a Maciel se les tachó de calumniadores, los denigraron y asesinaron ante la opinión pública.
En estos días, la Iglesia Católica y los Legionarios de Cristo pidieron disculpas públicas por los pedófilos que existen en la institución y por el comportamiento de Maciel, respectivamente; ambos ofrecieron apoyo espiritual, pero igual que los perjudicados, considero que ello no es suficiente. Unas simples disculpas públicas no podrán borrar de sus mentes las atrocidades que vivieron y en las que algunos, hasta participaron.
Incluso, Juan José Vaca, uno de los principales detractores de Maciel, expuso que las calumnias a las que públicamente fue sometido le costaron la pérdida de dos empleos, por ello, no creo que las simples disculpas públicas sean suficientes para resarcir del daño que ese personaje causó a muchas personas.
Aún cuando la Iglesia no participó per se en los actos terribles que Maciel efectuó, supo de los mismos y no hizo nada, bueno, ni investigó, aún cuando supo de su existencia desde 1976 de voz de quien fue su secretario y que, evidentemente, estaba enterado de sus acciones; por ello, al ser la Iglesia Católica cómplice, es corresponsable de los daños que sufrieron las víctimas de Maciel. Tal vez si la Iglesia hubiere actuado a tiempo, no habrían tantos perjudicados.
La Iglesia Católica está reconocida en nuestro sistema de derecho y por ello, es sujeto de derechos y obligaciones. En tal virtud, como corresponsable de los daños morales que Maciel cometió contra sus víctimas, es evidente que debe responder por los mismos e intentar un resarcimiento, que no solo debe quedar en la disculpa pública y en el plano espiritual, sino en una verdadera acción, tanto económica como de apoyo psicológico a las víctimas.
Algunos de los perjudicados no hablan abiertamente del resarcimiento monetario del daño moral, supongo que por temor de que, al estar involucrara la Iglesia, se diga que ese no puede ser su fin, pero baste ver la ostentosidad del Vaticano para darse cuenta de que ello pocas veces importa y como sujetos de derecho deben responder, aún cuando su monto variará de país a país; desgraciadamente, en México no contamos con un sistema eficiente de normas jurídicas que prevean la cuantificación del daño moral y a quienes intenten en la vía legal su resarcimiento, tendrán grandes inconvenientes, aunados a que la Iglesia tiene un gran poder en nuestro país. Así que les deseo buena suerte en el intento.
Por una parte, las narraciones de los hijos de Maciel, son muy fuertes, ya que además del engaño con el que los tuvo al hacerlos creer que tenían una familia como cualquiera, los hizo víctimas de su distorsión mental y de sus manifestaciones de poder al abusar sexualmente de ellos. Los daños que sufrieron esos hijos difícilmente podrán ser reparados, ya que las secuelas psicológicas de los abusos, no creo que puedan ser borradas.
Por otra parte, están los daños que las personas que colaboraban con Maciel sufrieron, no solo en su estadía a su lado (que también implicó el abuso sexual), sino que, una vez que decidieron hablar, la Iglesia se encargó de desacreditarlos en público.
A los que denunciaron a Maciel se les tachó de calumniadores, los denigraron y asesinaron ante la opinión pública.
En estos días, la Iglesia Católica y los Legionarios de Cristo pidieron disculpas públicas por los pedófilos que existen en la institución y por el comportamiento de Maciel, respectivamente; ambos ofrecieron apoyo espiritual, pero igual que los perjudicados, considero que ello no es suficiente. Unas simples disculpas públicas no podrán borrar de sus mentes las atrocidades que vivieron y en las que algunos, hasta participaron.
Incluso, Juan José Vaca, uno de los principales detractores de Maciel, expuso que las calumnias a las que públicamente fue sometido le costaron la pérdida de dos empleos, por ello, no creo que las simples disculpas públicas sean suficientes para resarcir del daño que ese personaje causó a muchas personas.
Aún cuando la Iglesia no participó per se en los actos terribles que Maciel efectuó, supo de los mismos y no hizo nada, bueno, ni investigó, aún cuando supo de su existencia desde 1976 de voz de quien fue su secretario y que, evidentemente, estaba enterado de sus acciones; por ello, al ser la Iglesia Católica cómplice, es corresponsable de los daños que sufrieron las víctimas de Maciel. Tal vez si la Iglesia hubiere actuado a tiempo, no habrían tantos perjudicados.
La Iglesia Católica está reconocida en nuestro sistema de derecho y por ello, es sujeto de derechos y obligaciones. En tal virtud, como corresponsable de los daños morales que Maciel cometió contra sus víctimas, es evidente que debe responder por los mismos e intentar un resarcimiento, que no solo debe quedar en la disculpa pública y en el plano espiritual, sino en una verdadera acción, tanto económica como de apoyo psicológico a las víctimas.
Algunos de los perjudicados no hablan abiertamente del resarcimiento monetario del daño moral, supongo que por temor de que, al estar involucrara la Iglesia, se diga que ese no puede ser su fin, pero baste ver la ostentosidad del Vaticano para darse cuenta de que ello pocas veces importa y como sujetos de derecho deben responder, aún cuando su monto variará de país a país; desgraciadamente, en México no contamos con un sistema eficiente de normas jurídicas que prevean la cuantificación del daño moral y a quienes intenten en la vía legal su resarcimiento, tendrán grandes inconvenientes, aunados a que la Iglesia tiene un gran poder en nuestro país. Así que les deseo buena suerte en el intento.
CUIDADO AMIGA POR ESTOS COMENTARIOS... TE PUEDEN EXCOMULGAR DE LA IGLESIA..... YA VEZ A MARCELO LO QUE LE PASO....JAJAJAJAJAJAJ
ResponderEliminarTIENES TODA LA RAZON.... SIMPLEMENTE S QUE MACIEL SI TUVO EL SUFICIENTE DINERO PARA ACALLAR AL DIFUNTO PAPA JUAN PABLO II Y TAMBIEN LE TOCO SU TAJADA AL ACTUAL PAPA.... SI PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO
Jajaja, si lo pensé, haber si no te vas conmigo, jajaja
ResponderEliminar